El embarazo en la adolescencia genera un círculo vicioso difícil de romper. Los hijos de una menor de edad tienen un 80 por ciento de probabilidades de engendrar hijos también en la adolescencia, informa el ginecólogo Alejandro Paradas Caba.Las consecuencias sociales de este problema son, pues, prolongadas y no se limitan exclusivamente a la salud física y sicológica de la menor y del recién nacido, si es que el bebé finalmente ve la luz, ya que la mitad de los embarazos en adolescentes no son deseados y muchos terminan en aborto.
I) Consecuencias iniciales (Ante la confirmación del embarazo):
Conocer que está embarazada sin quererlo, supone un fuerte impacto psicológico para la chica.En general el miedo, el estrés y la ansiedad son las reacciones iniciales. Son múltiples las dudas que se le plantean: ¿qué puede hacer? ¿cómo reaccionará su pareja? ¿cómo se lo va a decir a sus padres y cómo lo tomaran? ¿qué va a ocurrir con su vida?.A este respecto, hay que tener en cuenta que lo más habitual es que la chica no disponga de estrategias adecuadas de afrontamiento y resolución de este tipo de problemas.
II) Consecuencias a corto y medio plazo:
Aunque la mayoría de los estudios se han centrado en las consecuencias asociadas a la decisión de tener el hijo, sobre generalizándolas a veces como "consecuencias del embarazo", en este apartado trataremos también las consecuencias asociadas a la decisión de abortar.
Consecuencias asociadas a la decisión de tener el hijo:
Si decide quedarse con el hijo, puede estar expuesta a diversas consecuencias orgánicas, psicológicas, sociales, económicas y educativas. Además, tiene grandes posibilidades de quedarse, en un corto período de tiempo, nuevamente embarazada.